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En los últimos años departamentos pequeños de la Ciudad de México rebasaron los 80,000 pesos por m2. En cierto sentido se ha dado un crecimiento acelerado pero que no siempre puede llegar a ser favorable. Si se adquiere un inmueble a precio elevado con deuda, con el paso del tiempo, los precios se podrían ajustar provocando altos endeudamientos para inmuebles que han perdido su valor.
La revista Forbes habla del peligro de caer en burbujas en el sector de los Bienes Raíces. “Un indicador claro de una burbuja es una reducción de las condiciones de acceso el acrédito”. También existen otros factores como podría ser el aumento de la demanda en ciertas zonas o ciudades, como lo es la compra de inmuebles a través de compradores internacionales.

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En la Ciudad de México, la clase media suele concentrarse en zonas urbanas que tienen un margen limitado de expansión. Esto nutre a la demanda y hace que la densidad urbana aumente así como el precio por metro cuadrado. Sin embargo según datos demográficos, la tasa de natalidad de sectores medios se ha ido reduciendo, lo que provocará que disminuya la demanda en zonas regularmente solicitadas y por tanto se dé una sobreoferta.

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En México ha habido un impulso carácterísitico al precio por la fluctuación y la volatilidad del tipo de cambio. También ha habido cambios en las tasas de interés. Por eso se vuelve de suma importancia que quienes vayan a comprar un crédito, hagan un análisis profundo del panorama financiero. Así como una evaluación del impacto efectivo que tendrá en un futuro la creación de valor patrimomial por la compra.
En muchas partes del país los precios de los bienes raíces han subido significativamente sin que se vislumbre un decremento de la demanda. Las burbujas hipotecarias se presentan cuando existe un crecimiento acelerado del precio promedio de los bienes raíces de una ciudad. Esto se da principipalmente en sectores medios y altos de la población pues la compra de estos inmuebles se hace a través de mecanismos de financiamiento al que tienen acceso personas con ingresos promedio. Aunque los crecimientos parezcan ser favorables pueden tratarse de buburjas que algún día explotarán como lo sucedido en 2009 con la crisis de Estados Unidos.

Fuente: El Economista